A pesar de ser un país muy pequeño, Irlanda del Norte atesora algunos de los lugares más bonitos y espectaculares del mundo. Sus paisajes verde esmeralda, sus imponentes acantilados o sus semiderruidos pero alucinantes castillos seducen a los viajeros nada más llegar hasta ellos. En esta entrada te contamos los 5 lugares imprescindibles que ver en Irlanda del Norte (si dispones únicamente de un par de días). Por supuesto, hay muchos más rinconcitos que visitar, pero no puedes terminar tu escapada por el país sin haber estado en los lugares que vamos a enseñarte a continuación.
Belfast
Belfast, la capital de Irlanda del Norte, es mucho más que el punto de partida para conocer el país. Belfast es una ciudad llena de historia, algo que se respira nada más pisar sus calles. Fundamentalmente es conocida por culpa del conflicto territorial y religioso que existe desde hace décadas entre Irlanda y Reino Unido. Durante la segunda mitad del siglo XX se vivieron numerosos atentados en la ciudad por las diferencias ideológicas entre los protestantes (partidarios de la adhesión de Irlanda del Norte a Reino Unido) y los republicanos católicos (partidarios de que Irlanda del Norte siguiera perteneciendo a Irlanda). Tras estos conflictos, se decidió levantar los “muros de la paz” (enormes muros de cemento y acero entre los que destaca el de Cupar Way) a fin de separar sus barrios y evitar más disputas.
Sin embargo, Belfast ha sabido reponerse y hoy en día recibe a millones de visitantes deseosos de ver los muchos atractivos que tiene: su castillo, el Ayuntamiento, el Albert Memorial Clock (conocido como el Big Ben de Belfast), los murales de temática política, la Catedral de Santa Ana, la escultura Big Fish y, cómo no, el Museo del Titanic, pues fue aquí donde se diseñó, construyó y botó el transatlántico más famoso del mundo. En este museo no solo se narra el proceso de construcción del Titanic, la vida de sus operarios y se lleva a cabo una recreación interactiva de la vida a bordo y de su primer y, por desgracia, último viaje. También se cuenta cómo era la vida en Belfast durante los siglos XIX y XX, marcada sobre todo por la intensa actividad industrial en los sectores textil y naval.
Calzada del Gigante
En tu viaje por Irlanda del Norte no te puedes perder este fascinante paisaje natural que se encuentra a una hora de Belfast. De hecho, la Calzada del Gigante o Giant’s Causeway es uno de los lugares naturales más visitados de Irlanda. Está situada en el condado de Antrim y sobre su creación se han formulado dos versiones muy dispares. La primera procede de los geólogos, para los cuales se trata de una formación rocosa única en el mundo, producto de una intensa actividad volcánica hace unos 60 millones de años, tras la que quedaron amontonadas unas 40.000 piedras de basalto en forma de peldaños hexagonales.
La segunda es una leyenda sobre dos gigantes, un gigante irlandés llamado Finn MacCool y otro escocés que se llamaba Benandonner y vivía en la isla de Staffa, que eran enemigos y se pasaban los días lanzándose piedras para “construir” la calzada y así poder cruzar el mar y enfrentarse cara a cara. Al ver ambos el gran tamaño de su contrincante, se asustaron y, según cuenta la leyenda, fue el gigante escocés el que en su huida destrozó la calzada, dejándola como la conocemos ahora.
Puente colgante Carrick-a-Rede
Se trata de un puente de cuerda de 20 metros de longitud que se encuentra suspendido a 30 metros sobre el mar y que conecta la tierra con la isla de Carrick-a-Rede. Fueron los pescadores de salmón los que construyeron esta pasarela allá por los 70. En los últimos años la actividad pesquera disminuyó hasta desaparecer, así que el puente se ha reconvertido en un reclamo para el turismo.
Si no tienes miedo a las alturas, te aconsejamos cruzar el puente hasta la isla para experimentar en tu propio cuerpo la sensación de estar colgado en el vacío. Para ello tendrás que comprar una entrada en la caseta de madera que hay junto al parking. Aunque si solo quieres acercarte a la zona, puedes continuar el sendero sin pagar ninguna entrada y ver desde otra perspectiva el puente en medio de un paisaje fascinante.
Escenarios de “Juegos de Tronos”
A estas alturas muy poca gente debe desconocer que exista una serie llamada “Juego de Tronos” (la hayan visto o no). Pues bien, por toda la geografía de Irlanda del Norte se han rodado multitud de escenas de esta aclamada serie, principalmente en entornos naturales, que se pueden visitar sin necesidad de contratar ningún tour. Eso sí, para eso hace falta disponer de coche y has de saber que los alquileres de vehículos allí son un poco caros, por lo que primero haz cuentas para ver qué te interesa más.
En nuestro viaje por Irlanda del Norte fuimos a algunas de las localizaciones más representativas de la serie como son The Dark Hedges (Camino Real), Larrybane Quarry (Campamento de Renly Baratheon), Ballintoy (las Islas del Hierro), Dunluce Castle (Castillo Islas del Hierro) o Downhill Strand (Rocadragón). Si eres seguidor de la serie, seguro que disfrutas haciendo el recorrido por estos escenarios (y por otros que no pudimos visitar como Castle Ward -Invernalia-, Inch Abbey -Campamento Robb Stark- o la cueva de Cushendun -paritorio de Melisandre-).
Estudios de “Juego de Tronos”
Si eres un verdadero fan de esta serie, no puedes dejar de visitar el parque temático que se ha construido en los mismísimos estudios en los que se rodaron varias escenas interiores de la serie: los estudios Linen Mills, en Banbridge. Aquí se encuentran no solo la gran mesa de piedra de Rocadragón, el mítico mapa en el suelo que había en Desembarco del Rey o algunas salas de Invernalia, sino que también se ha incluido un set con trajes utilizados por los protagonistas, otro con el material utilizado por los maquilladores para hacer posible la existencia de personajes tan fantásticos como los caminantes blancos y una gran exposición donde se exhiben numerosos elementos decorativos que aparecieron en la serie (espadas, los huevos de dragón, la mano del rey…).
A los estudios solo se puede acceder subido al shuttle que va incluido con la entrada. Tenlo en cuenta para no venir hasta aquí porque no dejan entrar coches privados. Por ello, deberás dejar tu vehículo en The Boulevard y luego coger el autobús lanzadera que te lleva directo a los estudios en un tiempo de 15 minutos aproximadamente. La experiencia es alucinante seas fanático de la serie o no, aunque la disfrutarás muchísimo más si la has visto antes.
Si conoces alguna otra cosa que hacer en Irlanda del Norte, escríbenos en los comentarios por si puede servir de ayuda al resto de viajeros. Aquí te dejamos el presupuesto de nuestro viaje a Irlanda o las 14 curiosidades de Dublín por si estás pensando viajar al país vecino.