Tras ser testigos de un amanecer de película, comenzamos nuestro día de safari por el Serengueti con la suerte de poder ver hienas, una leona comiéndose un ñu, familias de elefantes, el parto de una gacela, varios pumbas y cientos de ñus que aún no habían migrado al Masái Mara. A mitad del recorrido, paramos en una especie de centro de interpretación donde había carteles informativos que explicaban las especies de animales que pueden verse en este Parque Natural y donde también se presentaba al explorador David Livingstone, quien fue el primer europeo que recorrió el continente africano.
Apenas una hora después, volvimos a subirnos al camión para seguir la ruta y seguir disfrutando de las maravillas del Serengueti. A causa de un problema en los frenos, tuvimos que hacer una parada obligatoria durante el trayecto para que nuestro conductor Bonnie y su ayudante Christopher lo solucionaran. Luego llegamos a una especie de merendero donde comimos y después continuamos nuestro safari hasta que regresamos al campamento, antes de que anocheciera.El Pumzika Safari Camp volvió a regalarnos unas hermosas vistas desde nuestra ducha, que en este campamento es exterior, esta vez acompañadas de unas gotas de lluvia fresca, que combinadas con el agua caliente de la ducha nos brindaron un contraste alucinante en plena naturaleza. ¡Qué maravilla!
Después aprovechamos el rato antes de cenar para estar en torno a la hoguera ya que era la última noche en este campamento y teníamos que despedirnos de un sitio que para nosotros será difícil de olvidar.