Ocho días después de aterrizar en Nueva York por fin fuimos a conocer el famoso Central Park. Sus senderos nos eran familiares por la infinidad de películas en las que los hemos visto, pero, sin duda, fue alucinante recorrerlos (todos los que pudimos en dos horas) porque parecía que nos habíamos teletransportado a otro lugar. De hecho, nos chocaba la idea de estar en una de las ciudades con más tráfico y trasiego de gente del mundo y que allí no se escuchara apenas ruido. Una auténtica maravilla.
A media mañana hicimos un breve descanso para refrescarnos y en un puesto frente al Edificio Dakota nos compramos un smothie de fresa y plátano. Tras este parón, comenzamos a cruzar de oeste a este el parque hasta que llegamos a la Quinta Avenida y nos dirigimos al Museo Guggenheim. No estuvimos mucho tiempo dentro, pero no queríamos regresar del viaje sin haberlo visitado y sin fotografiar su espectacular estructura.
Al ser sábado, la sexta avenida se cortó en un tramo para instalar puestos de comidas de diversas partes del mundo (parece que en verano suele hacerse). Cómo no, pronto supimos dónde comeríamos ese día, pero antes quisimos vivir la Experiencia NFL, que venía incluida con el New York Pass. No es que seamos seguidores de fútbol americano, pero ya que estábamos cerca nos animamos a realizar la actividad y fue bastante divertida. Después nos dimos una vuelta por los puestos para ver las comidas que se ofrecían. Nos costó decidirnos, pero finalmente compramos comida tailandesa y mexicana. ¡Y qué bueno estaba todo!
La sobremesa la pasamos en el hotel descansando ya que el paseo por Central Park nos dejó KO. Por la tarde dimos un paseo en crucero por los ríos Hudson y East River que nos llevó hasta la Estatua de la Libertad para verla de cerca al atardecer. ¡Y vaya atardecer! Durante el recorrido nos sorprendió una tormenta que hizo aún más especial este momento.
Ya anochecida la ciudad, llegamos a puerto, pero, antes de regresar a nuestro hotel, al que ya considerábamos nuestro hogar en Manhattan, pasamos por 2 Bros Pizza para tomarnos unas porciones de queso a 1$. Nos recogimos pronto pues al día siguiente nos tocaba madrugar para disfrutar de una misa gospel en Harlem.
