Asturias es uno de esos destinos capaz de enamorar a cualquier tipo de viajero por todo lo que tiene para ofrecer: rutas de montaña, historia, buena gastronomía, naturaleza… Son tantas las cosas que se pueden hacer en esta tierrina, que las hemos agrupado en 5 bloques para ponértelo fácil y que seas el siguiente en enamorarte de esta región. Sí, como has leído. Si vas, querrás volver. Asturias engancha y mucho.
Degustar su gastronomía
Los platos asturianos son, como poco, uno de los principales reclamos del Principado por su contundencia y su sabor. No habrás estado en Asturias si no pruebas sus famosos cachopos, su fabada o sus tortos de maíz, y bebes una buena sidra local bien escanciada. De esta tierra también destacan sus deliciosas variedades de quesos, algunas con Denominación de Origen Protegido como el Gamoneu y el Cabrales, aunque hay muchísimos otros quesos con menos renombre y que también están espectaculares. Los más golosos disfrutarán muchísimo con los moscovitas, los carbayones, la tarta de queso y el arroz con leche requemau, por decir solo algunos de los postres más típicos. Como podrás ver, en Asturias es imposible quedarse con hambre.
Descubrir su costa
La costa asturiana está bañada por el mar Cantábrico y destaca por sus preciosas villas marineras flanqueadas por abruptos acantilados y playas con formaciones rocosas donde poder darse un chapuzón o practicar algún deporte acuático como el surf.
A lo largo de sus 401 kilómetros se pueden encontrar también numerosos miradores desde los que contemplar este particular litoral escarpado sobre el que chocan con fuerza las olas y en el que se ocultan puertos pesqueros hermosísimos en los que, aún hoy, están atracados los barcos de las familias de pescadores que, en función de la época del año, salen a faenar para coger, principalmente, oricios (erizos de mar), sardinas, pixín (rape), sargo o bugres (bogavantes), el pescado y marisco típico de la zona.
Aunque toda la costa de Asturias tiene mucho encanto, a nuestro parecer, las villas marineras más bonitas son Cudillero, Llanes, Luarca, Luanco, Ribadesella y Tazones. En cuanto a las localizaciones costeras que te dejarán sin habla y donde podrás llevarte una infinidad de fotos para el recuerdo, recomendamos la playa de Portizuelo, el Cabo de Peñas, el Castro de las Gaviotas, la playa de Cobijeru, la playa de Cuevas del Mar, la playa de Buelna, el mirador del Faro de Luces, el mirador de San Roque (desde el que se tiene una espectacular panorámica de Lastres), la ermita de la Regalina, la playa del Silencio o el mirador de Torimbia.
Pasear por sus principales ciudades
Avilés, Gijón y Oviedo son las tres ciudades de Asturias, cada una con una historia y un carácter diferente. Todas ellas están muy bien comunicadas, tanto en autobús como en tren, a una distancia máxima de media hora, por lo que, en caso de disponer de poco tiempo, se pueden visitar todas ellas en un par de días.
Oviedo es la capital del Principado y se caracteriza por ser una de las ciudades más limpias de nuestro país. Formidable representante del arte prerrománico, las iglesias de Santa María del Naranco, de San Miguel de Lillo y de San Julián de los Prados son los mejores ejemplos de este estilo arquitectónico en toda Europa.
Lo bueno de esta ciudad es que prácticamente se puede llegar a pie a todos los lugares de interés (Catedral de San Salvador, Campo de San Francisco, Mercado El Fontán, Teatro Campoamor…), así como a las más de cien esculturas que se han repartido por ella (algunas de las más buscadas son la de la Regenta, la de Mafalda, la lechera, la de Woody Allen, el perro callejero o Culis Monumentalibus).
Gijón es la ciudad más animada de Asturias gracias a sus playas y a su centro lleno de sidrerías y tiendas. Esta ciudad también ofrece numerosos planes a los visitantes como pasear por el barrio de Cimadevilla o disfrutar de las vistas del Cantábrico desde la escultura del «Elogio del Horizonte» o desde el Paseo del Rinconín. Entre sus construcciones, que no tienen nada que envidiar a las de la capital, destacan la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús, la iglesia de San Pedro y la Universidad Laboral, entre otras.
Aunque no tiene tanta fama como las anteriores, Avilés cuenta con un casco histórico alucinante de origen medieval y un centro cultural, el Centro Niemeyer, cuya arquitectura destaca por sus líneas y su color blanco en contraste con la imagen industrial de la zona. Allí te encontrarás con casas de indianos, como se conocen a los españoles que emigraron a las “Américas” y regresaron con bastante dinero, trayendo consigo la arquitectura colonial típica de aquellos tiempos. Si Avilés no estaba en tus planes, te pedimos que le des una oportunidad porque creemos que no te decepcionará.
Realizar actividades al aire libre
Asturias es sinónimo de naturaleza, de ahí que la mayoría de actividades se realicen en este entorno tan fascinante. Puedes optar por actividades de agua o de montaña, según tus preferencias. Respecto a las acuáticas, la más conocida es el descenso del Sella en piragüa, aunque también tienes la oportunidad de pasear en moto de agua o hacer surf en algunas de sus playas más emblemáticas. En cuanto a las actividades de montaña, puedes atreverte a hacer la impresionante ruta del Cares (un sendero de unos 12 km que transcurre por un desfiladero que une las localidades de Caín y Poncebos), la ruta de las Xanas (la hermana pequeña del Cares) o la ruta por los lagos de Saliencia, entre otras.
Por otro lado, si eres amante de los animales y te gusta verlos en su hábitat natural, también tienes la opción de contratar la actividad de avistamiento de fauna salvaje en el Parque Natural de Somiedo. Nosotros la hicimos y tuvimos la suerte de ver a una osa y varios rebecos. ¡Fue una experiencia única!
Disfrutar de sus maravillosos paisajes naturales
Es tan cierto lo de que Asturias es un paraíso natural que mires donde mires te quedarás boquiabierto de los paisajes tan alucinantes que tendrás ante ti. Tanto es así, que el Principado tiene siete Reservas de la Biosfera declaradas por la UNESCO: el Parque Nacional de los Picos de Europa; el río Eo, Oscos y Terras de Burón; el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias; el Parque Natural de Somiedo; el Parque Natural de las Ubiñas-La Mesa; el Parque Natural de Redes y el Parque Natural de Ponga.
No podemos olvidarnos de su costa, ya sea por sus bonitas playas o por sus espectaculares acantilados de roca kárstica, que ofrecen formas y paisajes que nos quitarán el sentido. En estos entornos te sorprenderán sus aguas cristalinas y su cercanía a las montañas, así como sus formaciones rocosas en función de las mareas. Sin duda, Asturias tiene mucho que ofrecer para los amantes de la naturaleza.
Esperamos que te haya sido útil esta entrada, pero en el caso de que tengas alguna duda ponte en contacto con nosotros y te la resolveremos. Si vas a viajar próximamente a esta comunidad autónoma, no te puedes perder nuestro diario de viaje para saber todo lo que hicimos. ¡Seguro que podrás coger muchas ideas!