Nuestra intención era madrugar bastante para ver el amanecer en la playa de Buelna, pero, como nos habíamos acostado muy tarde la noche anterior, decidimos dormir un poco más e ir justo cuando ya hubiera amanecido, pues la previsión era que tendríamos un cielo cubierto de nubes. Y así fue, por lo que empezamos el recorrido por la playa de Buelna, seguimos por la playa de Cobijeru y el famoso Salto del Caballo, y terminamos en el Castro de las Gaviotas. Lo mejor de todo es que al ir tan temprano casi no había nadie por estos sitios. ¡Un lujo para todos los sentidos!
A media mañana volvimos a quedar con nuestros amigos para que nos siguieran enseñando Llanes. Esta vez dimos un paseo por el puerto donde vimos los famosos cubos de la memoria y el monumento a la mujer del pescador. Continuamos andando por un paseo que recorre toda la costa hasta que llegamos a la playa de Toró, que nos impresionó mucho porque la marea estaba bajando y pudimos contemplar sus enormes rocas.
Para comer nos llevaron al restaurante Mirador de Toró. El local tiene una gran terraza con unas vistas impresionantes a la playa y si esto lo combinamos con unas zamburiñas, unas croquetas y un arroz con bogavante… ¡No se podía pedir más! La verdad es que el sitio no es de los más económicos de Llanes, pero pagas la gran calidad de sus productos y, por supuesto, las vistas privilegiadas que tienes. A nosotros nos gustó mucho.
Una vez que ya teníamos los estómagos llenos, volvimos a Llanes paseando para coger el coche y realizar un recorrido por varias playas de la zona: la playa de Cuevas del Mar, la playa de Gulpiyuri y la playa de San Antolín.
En la desembocadura del río Cuevas está la playa de Cuevas del Mar, que se caracteriza por sus enormes formaciones rocosas atravesadas por el mar dejando al descubierto cuevas y túneles. Sin duda, es un paisaje de gran belleza. La playa de Gulpiyuri es la que menos nos gustó por su ubicación y porque en el momento en que fuimos estaba totalmente masificada de gente. Lo curioso de ella es ver cómo el agua crea la playa durante la marea alta, pero la playa del Cobijeru, que tiene las mismas características, es mucho menos turística y, para nosotros, tiene mucho más encanto. Por último, de la playa de San Antolín nos impresionó el gran derrumbe en la zona de Punta Pistaña y nos gustó mucho la zona de cuevas que se ha formado en la parte de la Punta de la Dehesa.
Sobre las 19:00 horas nos despedimos de nuestros amigos para dirigirnos a Póo de Cabrales, donde teníamos reservado nuestro nuevo alojamiento ya que al siguiente día nos tocaba hacer la Ruta del Cares. Una vez que dejamos las mochilas, fuimos hasta Benia de Onís para cenar en el sitio que nos habían dicho que preparaban una de las mejores tartas de queso de toda Asturias y la verdad es que… ¡Es la mejor tarta que hemos probado! Si os pilla de camino, no olvidéis ir a Sidrería Moreno. Después de cenar nos recogimos ya que el día siguiente sería muy largo.
DÍA 5 | Buelna, Cobijeru, salto del caballo, Castro de las Gaviotas, playa de Toró, Cuevas del Mar, Gulpiyuri y Llanes ha sido lo que hemos visitado hoy. Nos despedimos en Benia de Onís con la mejor tarta de queso del mundo 😍 #Asturias #EscribiendoViajes #EscribiendoAsturias pic.twitter.com/Pofhs6cSmP
— Escribiendo Viajes (@escriboviajes) August 9, 2020