¡Llegó el día! Nos levantamos temprano, nos pusimos nuestras botas de montaña y nos dirigimos hacia Poncebos, nuestro destino para iniciar la famosa Ruta del Cares. Nos habíamos informado previamente de esta ruta, la cual es apta para todos los públicos, pero con la emoción del momento se nos olvidó la importante subida que tiene en los primeros kilómetros, hasta llegar a la cima de Los Collaos, el punto de mayor altitud de la ruta. Sin duda, este era el tramo más complicado, pues a partir de aquí el sendero es prácticamente llano y no encontramos dificultad alguna.
Desde Los Collaos las hermosas vistas que se tienen de los desfiladeros nos hicieron olvidar el cansancio del primer tramo y a partir de aquí empezamos a disfrutar realmente de esta maravillosa ruta. Conforme nos íbamos acercando más a Caín, tras haber cruzado los puentes de Bolín y de los Rebecos, vimos un bonito cambio en el paisaje, siendo totalmente distinto a lo que ya habíamos visto. Justo antes de llegar a la presa, disfrutamos de las espectaculares vistas del río Cares y del famoso túnel excavado en la roca más largo de todo el recorrido.
Exceptuando los primeros kilómetros de la ruta, la verdad es que el camino es muy sencillo en todos los sentidos, aunque no por eso hay que dejar de prestar atención ya que no debemos quedarnos embelesados por los increíbles paisajes, sino ser conscientes de que estamos en unos desfiladeros y pueden haber pequeños desprendimientos. En caso de que no tengáis tiempo para realizar el recorrido entero (ida y vuelta) ni tampoco completar una ida (de Poncebos a Caín o viceversa), os recomendamos que empecéis en Caín, hagáis los kilómetros que podáis y luego regreséis ya que para nosotros esta es la parte más bonita.
No nos podemos dejar en el tintero lo que menos nos gustó de la ruta y fue la gente. Nos explicamos. Al inicio de la ruta, había unos carteles que ponían que la mascarilla era obligatoria durante el recorrido; sin embargo, más de la mitad de la gente que vimos ni la llevaba. Entendemos que en un momento puntual durante el recorrido te la puedas quitar, si no te cruzas con nadie o para hacerte una foto de recuerdo, como en alguna ocasión hicimos nosotros, pero no somos capaces de entender la irresponsabilidad de no llevarla en ninguna parte del camino cuando te estás cruzando con cientos de personas.
En nuestra llegada a Caín, sobre las 13:00 horas, fuimos directos al restaurante Casa Cuevas, pues habíamos reservado con anterioridad una mesa allí para comer. ¡Menos mal que lo hicimos! De camino a este sitio vimos que todos los restaurantes estaban a tope, incluido el nuestro, y de no haber reservado mesa seguramente no nos habría dado tiempo a comer para empezar la siguiente actividad que teníamos programada. Os aconsejamos que reservéis mesa en alguno de los restaurantes que hay en el pueblo si queréis aseguraros la comida nada más terminar la ruta del Cares. Es tal la cantidad de gente que realiza esta ruta que se llenan todos.
Escogimos el restaurante Casa Cuevas porque vimos por Tripadvisor que sus menús del día a 12 euros eran muy interesantes y porque a las 15:00 horas salía desde su puerta la ruta 4×4 que habíamos contratado para que nos llevara de nuevo a Poncebos, donde dejamos nuestro coche. Lo más interesante de este servicio de “taxi” que cogimos con Andolina Tours era que, aparte de hacer la vuelta en vehículo, realizabas varias paradas para conocer zonas espectaculares y de difícil acceso del Parque Nacional de los Picos de Europa. Algunos de esos lugares que visitamos fueron el “Chorco de los lobos”, una antigua trampa de caza anterior al siglo XVII; el Puerto de Pandetrave y Sotres, el pueblo más alto de Asturias. También pasamos por Fuente Dé, en Cantabria, y por el Puerto de Áliva, a más de 1500 metros de altitud, aunque fue una pena que un banco de niebla no nos dejase ver este increíble paraje de origen glaciar. Sin lugar a dudas, para nosotros fue una gran experiencia que recomendamos si os gusta ver paisajes increíbles y conocer más en profundidad la fauna y flora de los parques naturales. Además, el precio está muy bien (31 €) en comparación con lo que te cuesta ya un taxi convencional (entre 25 y 30 €).
Sobre las 19:00 horas regresamos a Poncebos, cogimos nuestro coche y pusimos rumbo a nuestro próximo alojamiento: el hotel San Francisco Rural, en Dego, cerca de Cangas de Onís. De camino al hotel paramos en un supermercado para comprar una ensalada y algunas piezas de fruta ya que estábamos tan cansados que esa noche la cena la íbamos a hacer en el propio hotel. Lo que no nos imaginamos era que, al llegar, nos encontraríamos en el hotel con un porche para nosotros solos con vistas a la montaña y fue allí donde nos tomamos las provisiones que habíamos comprado. ¡Qué paz y tranquilidad sentimos! Casi sin darnos cuenta ya habíamos completado más de la mitad de nuestro viaje.
DÍA 6 | Hoy nos tocaba realizar la ruta del Cares, desde Poncebos hasta Caín. Después de comer hemos hecho una ruta 4×4 con @AndolinaTours por los Picos de Europa. Despedimos el día en este precioso hotel rural. ¡Sin palabras! ☺️ #Asturias #EscribiendoViajes #EscribiendoAsturias pic.twitter.com/sTHhu7JlNX
— Escribiendo Viajes (@escriboviajes) August 10, 2020