Realizar un safari es un viaje que hay que hacer, al menos, una vez en la vida. Cuesta describir con palabras todo lo que se siente al encontrarse por primera vez con animales salvajes en plena libertad. ¡Alucinante! Pero también sabemos que este tipo de viaje impone bastante y puede estresar un poco por todo lo que hay que preparar antes y tener en cuenta: vacunas, visados, peligrosidad, etc.
Con la intención de que os animéis a planear un safari, en este post os contamos nuestra experiencia y os ofrecemos consejos que esperamos que os sean de utilidad. Dado que nosotros lo hicimos por Kenia y Tanzania, desconocemos cómo es hacer un safari por otros países, pero imaginamos que los consejos os servirán igualmente. Hakuna matata!
1. ¿Hago un safari por libre o con una agencia?
Cuando tuvimos claro que queríamos hacer un safari por Kenia y Tanzania, esta fue nuestra primera pregunta: ¿lo organizamos por nuestra cuenta o contactamos con alguna agencia? En un primer momento nos planteamos organizarlo por nuestra cuenta porque pensamos que no podía ser demasiado difícil y que nos ahorraríamos bastante dinero al no contar con intermediarios (hacer un safari es de los viajes más caros que existen actualmente); sin embargo, pronto vimos más inconvenientes que ventajas: no conocíamos bien los países que íbamos a visitar, tampoco el terreno, ni sabíamos de alguna empresa local que fuera de confianza para contratar un coche y un guía. Por esto, descartamos la primera opción y optamos por contratar el safari a través de una agencia española.
Después de buscar mucho y pedir consejo a unos amigos que habían hecho un safari por otro país africano, contactamos con Ratpanat y ellos se encargaron de ofrecernos la ruta ajustada a nuestros gustos y preferencias. La verdad es que quedamos encantados con la elección que hicimos y eso nos ayudó a tomarnos la preparación con más calma porque el personal nos iba explicando los pasos que debíamos seguir en cada momento (es importante que tengáis presente que, aunque el safari lo contratéis con una agencia, hay cosas que debéis seguir preparándoos vosotros solos como sacaros el visado, poneros las vacunas… Las agencias se encargan de compraros los billetes de avión, organizar la ruta, buscaros los alojamientos y contrataros el guía, pero el resto lo tenéis que seguir preparando por vuestra cuenta). Por todo esto, nuestra recomendación es que contactéis con alguna agencia reconocida para hacer un safari, si puede ser local mejor, por lo menos si es la primera vez que vais a hacer uno. Estaréis más tranquilos.
2. Visado para Kenia y Tanzania
Con toda probabilidad necesitaréis sacaros un visado para poder iros de safari ya que estos frecuentemente se realizan en países africanos, donde se encuentran los mejores parques naturales del mundo y donde los ciudadanos españoles necesitamos entrar con visado. Como ya os hemos dicho, nosotros hicimos el safari por Kenia y Tanzania y, por tanto, tuvimos que sacárnoslos. Os contamos cómo.
Independientemente del motivo de viaje, para entrar en Kenia hay que sacarse el visado (cuesta 50 dólares) y desde el 1 de julio de 2015 se debe solicitar de forma online a través de la página web https://www.ecitizen.go.ke/. El proceso de solicitud es un poco pesado porque hay que rellenar muchos datos, te piden una foto actual, que escanees tu pasaporte, etc., pero es uno de los trámites esenciales para poder entrar al país. Para Tanzania también se necesita visado (mismo precio: 50 dólares), pero se saca allí mismo, en la frontera de Isebania.
Os aconsejamos que busquéis este tipo de información sobre el país al que vayáis a ir con mucha antelación porque en ocasiones la aceptación no se recibe de forma instantánea, tarda varios días, y también sabemos de gente que ha necesitado ir a la embajada para solicitarlo, así que no lo dejéis para el final.
3. Precauciones sanitarias
Siempre que viajéis al extranjero, coged cita en algunos de los centros de Vacunación Internacional de vuestra ciudad para saber si necesitáis poneros alguna vacuna o tomar alguna medicación antes, durante o después del viaje. En nuestro caso, tuvimos que ponernos dos vacunas para poder viajar a Kenia y Tanzania: la de la fiebre amarilla y la de la hepatitis A. En cuanto a medicación, nos recetaron unas pastillas para evitar contraer la malaria, que tomamos un día antes del viaje, durante todo el viaje y una semana después de regresar. Nosotros no sentimos ningún malestar ni tuvimos ningún tipo de reacción alérgica con este tratamiento, pero en ocasiones puede dar fiebre, dolor de cabeza o diarrea.
4. Mejor época para hacer un safari
Evitando las épocas lluviosas, cualquier momento del año es bueno para hacer un safari. En el caso de Kenia y Tanzania, que son los países a los que fuimos, se suele decir que la mejor época para visitarlos es en los meses de junio, julio, agosto y septiembre. Coincide con la temporada seca y, además, es el período en el que se produce el mayor espectáculo de la naturaleza: la Gran Migración, el largo viaje que realizan millones de ñus y miles de cebras, gacelas y otros herbívoros desde el Parque Nacional del Serengeti hasta Masái Mara en busca de pastos frescos. El punto en contra, evidentemente, es que se ha convertido en la temporada alta, por lo que los precios se incrementan y hay mayor flujo de turistas. Por tanto, que este no sea tu requisito indispensable. Haz el safari cuando puedas o quieras porque, independientemente del mes en que lo hagas, será un gran viaje.
5. Botiquín
Aunque nosotros somos bastante precavidos y siempre solemos llevarnos en nuestros viajes un pequeño botiquín con lo más indispensable (paracetamol/ibuprofeno, protector de estómago, protector solar, tiritas), para este tipo de viaje, sin duda, resulta más necesario, si cabe. Además de todo lo dicho, nosotros añadimos un antidiarreico, varios geles higienizantes, toallitas húmedas, la profilaxis contra la malaria y, sobre todo, muchos espráis antimosquitos.
En estos países, por supuesto, existen hospitales y centros de salud, pero nada comparables a los que estamos acostumbrados y, además, se encuentran bastante alejados de las zonas donde se realizan los safaris, por lo que viene bien ir preparados por lo que pueda pasar.
Afortunadamente, nosotros no tuvimos ningún problema grave de salud ni tampoco nos picaron mosquitos pues siempre íbamos bañados en repelente, pero algún que otro día sí que tuvimos que tomarnos un antidiarreico y agradecimos llevarlo a mano.
6. Equipaje
Este aspecto es el que más quebraderos de cabeza nos dio ya que, por limitaciones de peso y tamaño tanto en los vuelos que íbamos a coger como luego en el vehículo en el que nos moveríamos durante el safari, debíamos llevar bolsas moldeables que no superaran los 15 kg en el caso del equipaje facturado o 6 kg en el de mano. Estas restricciones fueron las que nos llevaron a comprar unas mochilas de 60 litros para el equipaje facturado y unas mochilas de 20 litros para el de cabina.
Al principio pensamos que no nos cabría nada y con mucha maña fuimos metiendo toda la ropa que pudimos. Después de haber estado allí, os podemos asegurar que no se necesita tanta ropa como nosotros llevamos, sobre todo porque en los campamentos donde nos íbamos alojando los propios trabajadores, muchos de ellos masáis, nos ofrecían lavarnos todo lo que quisiéramos por una tarifa única (en unos sitios nos pidieron 5 dólares y en otros 10). Nos pareció muy buena idea que ofrecieran este servicio porque así cada tres días aproximadamente se puede lavar toda la ropa sucia y no es necesario llevar tanto; por otro lado, es una buenísima oportunidad para colaborar con ellos.
Habiendo vivido esta experiencia, os especificamos qué es lo que NECESITÁIS llevar en vuestro equipaje para ir de safari:
- Ropa cómoda (camisetas transpirables de color neutro, de manga corta y larga, pantalones, bermudas y una sudadera o forro polar por si hace frío al amanecer o al atardecer)
- Calzado cómodo (unos zapatos deportivos normales, unas sandalias de marcha y unas chanclas; no hace falta que el calzado sea especializado salvo que se vaya a hacer un trekking)
- Ropa interior
- Pijama de invierno (por las noches desciende bastante la temperatura)
- Bañador (si termináis vuestro viaje en un destino de playa o vuestro hotel tiene piscina)
- Sombrero, gafas de sol y braga de cuello para protegerte contra el polvo durante los traslados por la sabana
- Impermeable (puede ponerse a llover cuando menos lo esperes)
- Linterna frontal (para las noches)
- Prismáticos
- Cargador del móvil
- Regleta (en las tiendas de los campamentos no suele haber demasiados enchufes, por lo que interesa llevarse una base múltiple para poder cargar por las noches el móvil, las baterías de la cámara de fotos…)
- Cámara fotográfica
- Baterías y tarjetas de memoria de repuesto
- Adaptador de enchufe (clavijas tipo G)
7. Dinero
Aparte de realizar el cambio de divisas correspondiente al país que viajéis (nosotros siempre lo realizamos con ExactChange), os aconsejamos llevar apartado un dinero para dárselo a los guías. Cada cual es libre de entregar la cantidad que crea conveniente, pero dar propina es parte de la cultura africana y no podemos obviarlo. Los guías se desviven por sus clientes para que vean el mayor número de animales posible y al final del viaje esperan que se les gratifique por su trabajo bien hecho. Esto no quiere decir que sea obligatorio, pero la propina es la forma de agradecerles su servicio y lo bien que nos han atendido en el recorrido.
8. Seguro de viaje
Aunque siempre es conveniente viajar con seguro de viaje, para un safari es aún más necesario. Tanto Kenia como Tanzania son destinos donde la atención sanitaria no es equiparable a la española y, contratando un seguro privado, nos aseguramos de que nos atenderán correctamente si nos pasa algo durante el viaje. Nosotros viajamos siempre tranquilos porque contratamos seguro de viaje. Los de Iati Seguros incluyen asistencia médica, coberturas por robo y daños al equipaje, gastos de cancelación… Si decides contratarlo con ellos, desde nuestro enlace obtendrás un 5% de descuento.
9. Equipo fotográfico
El mayor consejo que podemos daros en este aspecto es que no os vayáis de safari sin una buena cámara y un objetivo con buen zoom. No queremos decir que se necesite un equipo profesional para este tipo de viaje, pero si el equipo no tiene un mínimo de prestaciones, las fotos que hagáis desmerecerán lo vivido y no os habréis traído un buen recuerdo de allí.
Durante los safaris hay ocasiones en las que tienes a los animales justo al lado, pero la mayoría de veces esto no es así y tienes que contemplarlos desde una gran distancia, ya que está totalmente prohibido salirse de los senderos para proteger su hábitat. Es en estos momentos cuando se requiere de un buen zoom para inmortalizar todo lo que veis: cómo descansan, cómo persiguen a sus presas, aves en vuelo…
10. Respeto por la naturaleza
Pese a estar en último lugar, seguramente este sea el consejo más importante. El respeto por la naturaleza debe prevalecer sobre cualquier otra actividad siempre que nos encontramos en un entorno natural. Durante el safari tendréis la oportunidad de ver y fotografiar a muchos animales salvajes en plena libertad, en su hábitat, por lo que su seguridad y bienestar deben primar en todo momento. Por este motivo, y tras haber sido testigos de situaciones comprometidas, os recordamos que no sería justo presionar al driver para que se acerque más a ellos y así poder verlos más cerca, ya que, de hacerlo, podríamos causarles estrés o afectar en su conducta habitual. Por favor, nunca olvidéis dónde estáis.
Hasta aquí llegan nuestros consejos para hacer un safari y que podáis disfrutar de una aventura única e irrepetible. No dudéis en contactar con nosotros si necesitáis algún tipo de aclaración o ayuda en vuestros preparativos.
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