Por la mañana temprano, tras el desayuno, llegó el momento de despedirnos del hotel San Francisco Rural, seguramente el alojamiento más bonito en el que habíamos estado. Desde allí pusimos el gps para que nos llevase hacia Tazones, uno de los pueblos pesqueros asturianos que aún conserva toda su esencia. Una hora después llegamos hasta las puertas del pueblo y dejamos nuestro coche en un parking gratuito. Nada más empezar el recorrido te encuentras con la iglesia de San Miguel y un montón de casas de estilo marinero hasta llegar a la playa del pueblo, donde se encuentran los restaurantes y tiendas de souvenirs.
Tuvimos la intención de visitar los Yacimientos de Icnitas, pero al estar la marea alta no pudimos acceder ya que se llega por la propia playa. La siguiente parada fue la Casa de las Conchas, seguramente una de las casas más fotografiadas de toda Asturias. En 1985 se pusieron las primeras conchas y no ha sido hasta el 2018 que el domicilio ha sido cubierto entero. ¡Más de 30 años han necesitado para terminarla! Poco a poco se notaba que más gente iba llegando al pueblo, pero a nosotros nos dio tiempo suficiente para darnos un paseo tranquilo por el puerto. Tazones es también conocida porque en 1517 desembarcó en su puerto Carlos de Gante, quien se convirtió en el rey Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano-Germánico, uno de los hombres más poderosos de la tierra en su época.
Continuando nuestro viaje llegamos a Gijón, donde nada más llegar realizamos el check-in en el hotel San Miguel y nos fuimos a comer. Tras una breve búsqueda en Tripadvisor dimos con la Sidrería Casa Carmen en la que ponía que tenían uno de los mejores cachopos de Gijón. No es que seamos nosotros unos expertos culinarios, pero el cachopo estuvo… ¡de infarto! Para rematar, haciendo siempre la coña de que tenemos un estómago para la comida y otro para el postre, nos tomamos una tarta de la abuela y una tarta de queso. ¡Sublimes! Sobre todo la tarta de queso que se queda entre el primer y segundo puesto de nuestra ranking.
Como el tiempo se puso muy feo y empezó a llover, nos fuimos a descansar un poco hasta las 18:00 horas que teníamos reservado un free tour con Civitatis por el casco antiguo de Gijón. Junto a la lluvia, se sumó un viento bastante incómodo que intentó que no disfrutásemos de la Plazuela del Marqués, el Palacio Revillagigedo, la casa natal de Jovellanos, la cuesta del cholo o de la Iglesia de San Pedro Apóstol, entre otros lugares que visitamos. Como las rachas de aire eran bastantes fuertes, la guía modificó el itinerario y no subimos al cerro de Santa Catalina, aunque nosotros lo vimos después.
Después del free tour, afortunadamente el tiempo mejoró y volvimos a reencontrarnos con los amigos que estuvimos el fin de semana anterior en Llanes. Con ellos visitamos la batería de Santa Catalina y la famosa escultura, de Eduardo Chillida, Elogio del Horizonte. Después estuvimos paseando por la calle Corrida, la avenida donde se encuentran las principales tiendas de ropa, y sus calles adyacentes para conocer un poco más la ciudad.
A la hora de la cena nuestros amigos nos llevaron al restaurante Gepetto, una pizzería de las más conocidas en Gijón, que nos encantó tanto por la decoración del lugar como por el sabor de sus pizzas. La noche la despedimos dando un tranquilo paseo por la playa de San Lorenzo. Y de esta forma tan especial terminamos nuestro octavo día por Asturias.
DÍA 8 | Comenzamos el día descubriendo el pueblo costero de Tazones. A mediodía llegamos a Gijón, una ciudad que teníamos muchas ganas de conocer y lo hacemos de la mano de @civitatis. Pese al mal tiempo… ¡Nos ha encantado! 😍 #Asturias #EscribiendoViajes #EscribiendoAsturias pic.twitter.com/Fo2yX6Ilfb
— Escribiendo Viajes (@escriboviajes) August 12, 2020