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España

Día 2. Oviedo – Cudillero – Luarca

Escrito por agosto 26, 2020Ningún comentario

Por la mañana, a las 09:00 horas, llegamos a la empresa de alquiler de vehículos para coger el coche que nos acompañaría durante todo nuestro viaje. El primer destino fue ver la iglesia de San Miguel de Lillo, la iglesia de Santa María del Naranco y subir al Monte Naranco para ver el monumento al Sagrado Corazón de Jesús y contemplar desde aquí la bonita panorámica de la ciudad de Oviedo.

Poco antes de la hora de comer llegamos a Cudillero. Aparcamos en la explanada del puerto, que es una zona habilitada para aparcar sobre todo en verano, y nos dirigimos andando hacia el centro neurálgico de la villa: la plaza de la Marina. Conforme te vas acercando, entiendes por qué es uno de los pueblos más bonitos de Asturias. Para comer fuimos al Bar Casa Julio, uno de los lugares más reconocidos, y pedimos pulpo frito, calamares en su tinta y de postre una tarta de queso. Pese a estar todo bastante bueno, el pulpo frito fue lo que menos nos entusiasmó. Tras la comida, empezamos a callejear hasta que llegamos al mirador del Pico desde donde se puede apreciar claramente la forma de anfiteatro ya que sus casitas están dispuestas a modo de escalera sobre la ladera. Desde allí, decidimos ir al mirador de la Atalaya que, en nuestra opinión, es el que ofrece las mejores vistas de este pueblo. Es muy curioso que los miradores están identificados con barandillas azules y pequeños dibujos pintados en el suelo para identificar las distintas rutas existentes.

Regresamos al coche sobre las 15:30 horas para poner rumbo a Luarca, aunque por el camino paramos unas cuantas veces para visitar algunas localizaciones que habíamos marcado en nuestro mapa. La primera parada fue la playa del Silencio, una de las más conocidas del Principado. Como estaba llena de gente, no llegamos a bajar a la misma playa y decidimos observarla desde un mirador cercano. La segunda parada fue en la ermita de la Regalina, donde disfrutamos de las impresionantes vistas del paisaje que la rodea. Por último, hicimos una breve parada en la playa de Portizuelo, que tiene uno de los hitos paisajísticos más reconocidos de Asturias.

Cerca de las 19:00 horas llegamos a Luarca. Allí recorrimos a pie el centro llegando hasta la zona del puerto, en el que destacamos la plaza Alfonso X el Sabio, el Puente del Beso, la Plaza de la Constitución y el Club Náutico. Antes de despedirnos, ya en coche, subimos al mirador de Luarca donde se puede disfrutar de la villa desde lo más alto. Muy cerca de allí se encuentra la Mesa de los Mareantes, aunque nosotros no llegamos a verla por no saber en ese momento la importancia de este lugar para los pescadores. Lo que sí vimos fue el cementerio, la ermita de Nuestra Señora la Blanca y el faro. Sin duda, la visita de Luarca fue de menos a más. 

El día llegaba a su fin y nos tocaba dirigirnos a Pola de Somiedo, a poco más de una hora y media en coche, ya que para el día siguiente teníamos programada allí una actividad muy especial para nosotros: un avistamiento de fauna salvaje.

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